Conseguir un equilibrio entre la alimentación y el ejercicio físico, clave para evitar la obesidad infantil

Jun 18, 2015 | Sin categoría | 0 Comentarios

MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) –
En los últimos años ha aumentado en España el sedentarismo y la obesidad de jóvenes y adolescentes que debe combatirse buscando un equilibrio entre la alimentación y la práctica de ejercicio físico, lo que se conoce como balance energético, según la Asociación Española de Pediatría (AEP).
El Comité de Actividad Física de esta sociedad científica, en colaboración con Aquarius, ha presentado un documento con recomendaciones para dar a conocer los beneficios que el ejercicio físico tiene para la salud desde edades tempranas y recordar que la ingesta de alimentos debe ser la suficiente para cubrir las necesidades del crecimiento y desarrollo.
“Se propone que los niños y adolescentes tengan una ingesta adecuada y en equilibrio con la práctica de ejercicio físico, y que ésta se realice a diario de forma moderada e intensa, de acuerdo a su edad y características”, ha defendido Gerardo Rodríguez, coordinador del Comité de Actividad Física de la AEP.
Para ello, proponen realizar cinco comidas variadas y equilibradas a lo largo del día, de tal manera que cumplimenten los requerimientos energéticos recomendados para la edad escolar, que oscilan entre 1.600 y 2.500 calorías por día, dependiendo de la edad y del sexo.
Del mismo modo, aprovechar las actividades cotidianas para aumentar el tiempo dedicado a realizar actividad física –como subir escaleras, acompañar a los mayores a comprar o sacar la basura– y realizar ejercicio físico moderado o intenso durante al menos 60 minutos diarios (montar en bicicleta, patinar, nadar, etc.) compensando su ingesta calórica.
Del mismo modo, otra forma de mantener la actividad puede ser ir caminando hasta el colegio 30 minutos diarios a buen ritmo (actividad con intensidad moderada), además de las clases de educación física, etcétera; que el ejercicio físico sea divertido y atractivo, utilizando el tiempo libre y lugares seguros; y que la familia se involucre y priorice las actividades deportivas frente al ocio sedentario.
“En definitiva, los niños y adolescentes tienen que moverse, jugar, sumar calorías gastadas con las diferentes actividades para que al cabo del día la energía ‘quemada’ compense a la ingerida; de este modo se evitará el sobrepeso y la obesidad”, han defendido.
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Fuente: psiquiatria.com