RESUMEN
Un equipo internacional concluye en un artículo publicado en el American Journal of Psychiatry que la actividad física puede proteger contra la aparición de la depresión, independientemente de la edad y la región geográfica. Investigadores de Reino Unido, Brasil, Bélgica, Australia, Estados Unidos y Suecia combinaron datos de 49 estudios de cohortes únicas de personas sin enfermedad mental que examinaron si la actividad física está asociada con un menor riesgo de desarrollar depresión.
En total, se incluyó a 266.939 personas, con una distribución de género del 47% de hombres y en promedio se siguió a los individuos durante 7,4 años. Una vez que se extrajeron los datos, encontraron que, en comparación con las personas con bajos niveles de actividad física, aquellas con niveles altos presentaban menores probabilidades de desarrollar depresión en el futuro.
Además, la actividad física tuvo un efecto protector contra la aparición de la depresión en los jóvenes, en los adultos, en los ancianos y en todas las regiones geográficas -en Europa, América del Norte y Oceanía-. «Este es el primer metaanálisis global para establecer que la actividad física es beneficiosa para proteger a la población general del desarrollo de depresión», dice el autor principal, Felipe Barreto Schuch, de la Universidad La Salle, Brasil.
«La evidencia es clara de que las personas que son más activas tienen un menor riesgo de desarrollar depresión –añade-. Hemos analizado si estos efectos ocurren en diferentes grupos de edad y en distintos continentes y los resultados son claros. Sin importar su edad o el lugar donde viva, la actividad física puede reducir el riesgo de tener depresión más adelante en la vida».
El coautor Brendon Stubbs, del King’s College London apunta que «nuestro análisis de más de un cuarto de millón de personas encontró evidencia consistente de que las personas que son más activas tienen menos probabilidades de desarrollar depresión en el futuro».
«Descubrimos que los niveles más altos de actividad física protegían contra la depresión futura en niños, adultos y adultos mayores, en todos los continentes y después de tener en cuenta otros factores importantes, como el índice de masa corporal, el tabaquismo y las afecciones físicas. Dada la multitud de otros beneficios para la salud de la actividad física, nuestros datos se suman a las llamadas urgentes para priorizar la actividad física a lo largo de la vida», afirma.
Por su parte, el coautor Simon Rosenbaum explica que «el desafío que tenemos por delante es garantizar que esta abrumadora evidencia se traduzca en un cambio de política significativo que cree entornos y oportunidades para ayudar a todos, incluidos los miembros vulnerables de nuestra sociedad, a realizar actividad física».
Otro de los coautores, Joseph Firth, añade que «la convincente evidencia presentada aquí ofrece un caso aún más sólido para involucrar a todas las personas en actividad física regular; a través de escuelas, lugares de trabajo, programas de ocio y otros lugares, con el fin de reducir el riesgo de depresión a lo largo de la vida».
No obstante, los investigadores consideran que se necesitan más estudios para evaluar los niveles mínimos de actividad física requeridos y los efectos de diferentes tipos de actividad y dosis en el riesgo posterior de depresión.
Fuente original: psiquiatria.com